El disparo de una cápsula de gas lacrimógeno que dejó al fotoperiodista Pablo Grillo al borde de la muerte. Expertos revelaron que la policía incumplió los reglamentos de las armas lanzagases durante la brutal represión en la marcha de jubilados e hinchas en el Congreso. 

Sucedió durante la represión en la marcha de jubilados e hinchas en el Congreso. 

Pablo Grillo se encuentra internado en la sala de Hemoterapia del Hospital Ramos Mejía.

"Lanzaron el gas lacrimógeno como si fuera una bala", dijeron los peritos. 

Desde el Mapa de la Policía publicaron la primera reconstrucción de la trayectoria del cartucho de gas que impactó en la cabeza del fotógrafo.

Científicos analizaron imágenes aportadas por reporteros gráficos y manifestantes. Señalan la responsabilidad de Patricia Bullrich y los jefes policiales.

Pablo Grillo es fotógrafo, militante político, obrero y estudiante. Cientos de personas se acercaron al Ramos Mejía en solidaridad con la familia. 

El estado de salud de Pablo Grillo, el fotógrafo que fue herido por un proyectil de gas lacrimógeno disparado durante la represión del miércoles, registró “una leve mejoría dentro de la gravedad del cuadro existente” y reaccionó frente a algunos estímulos, pero su pronóstico sigue siendo “grave y reservado”.

Desde la puerta del hospital el reclamo unánime de justicia y el ruego colectivo para que se recupere. 

Los peritos Willy Pregliasco y Martín Onetto aportaron esta reconstrucción:

Las recomendaciones y reglamentos de este tipo de armamento disuasivo indican que los disparos de cartuchos de gases deben hacerse con un ángulo de 45 grados con dirección hacia arriba.

En este sentido, la mencionada indicación se incumple: los registros en video y fotográficos han mostrado cómo los agentes represivos disparan a 90 grados, como si fuese un arma de balas de goma o de fuego, convirtiéndose en un arma letal para quien sufra su impacto.

Para la ministra Patricia Bullrich el policía tira la granada correctamente y no habrá un sumario".