Se trata del traslado de 19 represores a una cárcel VIP en Campo de mayo, entre ellos se encuentra Alfredo Astiz. Uno por uno quiénes lo acompañaron.

Los 19 represores trasladados tienen condenas firmes por delitos de lesa humanidad.  El argumento del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, fue aliviar la sobrepoblación en Ezeiza.

Organismos de derechos humanos, víctimas del terrorismo de Estado y referentes sociales repudiaron este fin de semana el traslado de 19 represores condenados por crímenes de lesa humanidad a la Unidad 34 de Campo de Mayo, una prisión del Servicio Penitenciario Federal con condiciones diferenciadas. 

Quiénes fueron trasladados
Los 19 represores trasladados tienen condenas firmes por delitos de lesa humanidad. Entre ellos figuran:
•    Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo, Carlos Suárez Mason (hijo) y otros represores de la ESMA.
•    Militares del circuito ABO (Atlético-Banco-Olimpo), como Luis Donocik y Gerardo Arráez.
•    Marcelo Cinto Courtaux, condenado por la represión a la Contraofensiva Montonera.
•    El uruguayo Manuel Cordero Piacentini, por su rol en el Plan Cóndor.
•    Y Raúl Guglielminetti, ex miembro del Batallón 601.

Todos ellos se suman a los 52 represores que ya estaban en Campo de Mayo, incluidos Christian von Wernich y Juan Daniel Amelong.

Organismos piden que se respete el consenso histórico.

La sociedad civil y organismos como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo reclaman el cumplimiento efectivo de las sentencias y el rechazo a privilegios para condenados por crímenes de lesa humanidad.

Desde H.I.J.O.S Capital y otros colectivos afirmaron que la medida constituye un “beneficio encubierto” para genocidas y una peligrosa señal de retroceso en la política de derechos humanos. La cárcel en cuestión ofrece condiciones carcelarias superiores, con acceso a talleres, espacios recreativos y régimen más flexible.
 
“Los genocidas no padecen la sobrepoblación carcelaria como el resto de la población privada de libertad”, denunciaron.